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viernes, 18 de febrero de 2011

El lector-aleph



"Un dracma -dijo-. Para los griegos era un objeto a la vez trivial y mágico... La ousia, la palabra que designaba el ser, la sustancia, significaba igualmente la riqueza, el dinero. -Hizo una pausa-. Una moneda era un mínimo oráculo privado y en las encrucijadas de la vida se la arrojaba al aire para saber qué decidir. El destino está en la esfinge de una moneda. -La lanzó al aire y la atrapó y la cubrió con la palma de la mano. La miró-. Todo irá bien."

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