En "El Vals de Mefisto", cuento extraordinario de Sergio Pitol, la elección de leer, y de leer una revista que contiene un artículo del ex-marido de la protagonista de este relato, está bastante relacionada con el destino, el azar: “cayó a sus pies la revista”. Nuestra protagonista quería leerla tranquilamente en su casa, y al final su inconsciente (la puso en su bolso de mano en vez de en la maleta negra ), le da la posibilidad de leerla antes, a destiempo, durante su viaje nocturno.
La lectora se encuentra en un punto transformada por la lectura, ya que confrontándose a ella se da cuenta de lo positivo de su ruptura con su ex-marido, de sus diferencias y distintos de puntos de vista. Ya han cogido dos caminos diferentes, y toda esta nostalgia que siempre es necesaria, le permite ir adelante con menos remordimientos.
Al fin y al cabo la lectura de la protagonista es concreta y hace que nosotros, los lectores del cuento, entendamos la paradoja del personaje y de toda ruptura amorosa, de cualquier una persona frente a una relación de pareja.
Lugar escogido en Granda para este lector: la muralla del Albayzin.
El soporte musical que acompaña al texto y al lugar:
Escogí tres obras distintas que pueden acompañar una lectura como ésta. La primera parte es un pasaje del vals n°1 extraído del Vals de Mefisto de Liszt. Me parecía interesante concretar el tema principal del cuento para dar una visión real a esta música y entender mejor la virtuosidad de la que se habla en el cuento. Esta obra pianística fue compuesta en 1859, en pleno romanticismo, y al escucharla se notan las ambigüedades pasionales que se narran en el cuento.
El segunda parte es una composición para canto y piano de Bemberg, titulada Chant hindou: se cuenta, con un texto en francés, el dolor de la muerte de un amante. La voz lírica desesperada nos ayuda a ponernos en la piel de la protagonista, que refleja la desestabilización de provocan los sentimientos de la protagonista por Guillermo. Esta obra romántica también ofrece muchos matices relaciones con las pasiones amorosas.
La última parte es una interpretación de una canción francesa muy famosa, Ne me quitte pas de Jacques Brel. El título significa “No me dejes”, y la letra es muy triste, pero esta interpretación quiere dar otra visión de la canción, expresar lo contrario musicalmente y emocionalmente. Simbolizaría la paradoja de los sentimientos amorosos, como lo que vive la protagonista: su vida continúa, aunque se haya quedado tocada y perturbada al leer la revista de Guillermo.
La música es el arte más puro, por su aspecto imperceptible, impalpable e inexistente. No podemos protegernos de los sentimientos y de las emociones que nos trasmite. La experiencia sensorial que propongo es la de descubrir esa parte de la muralla, en la que no se escucha los ruidos agresivos de la ciudad (coche ..), en este lugar medio escondido, medio abierto al mundo. Y empezar a leer el cuento con este fondo musical, escogido para hacer surgir las emociones encontradas en el cuento. La evolución de las composiciones remite a la evolución de la protagonista, y deben servir por un lado a la lectura y por otro lado al lector que de esta manera consigue ensimismarse en un universo ficticio.
El piano solo al principio permite entrar en el cuento casi sin darnos cuenta de que la música suena, la segunda obra tiene relación con la primera gracias al piano que tienen en común, pero la voz añadida abre un sinfín de perspectivas emocionales. La voz es el único instrumento que forma parte de nosotros, y de hecho experimentamos una sensibilidad particular al escucharla. La última parte la grabé a capela.
Por Eva Frey