En este texto, "La biblioteca de Babel" de Borges, el lector se ve representado a sí mismo: el cuento es una especie de metáfora del mundo, representado por una biblioteca. El lector ha vivido ya lo suficiente como para ser capaz de verse a sí mismo en casi todo, como cuando vuelves a la casa de tu padres y sientes que todo forma parte de ti: algo así debe pasarte cuando tienes mucha vida a las espaldas, mucho libros leídos, muchos días vividos y noches dormidas –o no-.
Lugar escogido para este tipo de lector: Carril de la Lona, número 3 (Albayzin)
Por Sabrina Behihofer y Ángel Galera
Desde la escuela de arquitectura de Málaga, el lugar elegido fue la Alcazaba. Dentro de ella, yo he elegido un patio, conocido como el patio de las Armas. Para mi, el texto refleja el conocimiento escondido en una biblioteca. Es imposible conocer todos los libros, es imposible tener pleno conocimiento. Aun asi, el lector no cesa de buscarlo. Como similitud a la Biblioteca, encontramos la Alcazaba, donde está escondida toda la historia. Mi proyecto trata de unir las diferentes piezas de la Alcazaba mediante una malla con placas hexagonales(haciendo referencia a las galerías de las que se habla en el texto) que tiene una topografía propia que va creando espacios habilitados para la lectura. Gracias a este recorrido de unión de piezas importantes, podemos llegar a conocer mejor la Alcazaba, la Biblioteca.
ResponderEliminarLa idea de unificar literatura y arquitectura es algo que me ha resultado muy interesante. Y es que, aunque para muchos parezca extraño, no creo que estos dos ámbitos estén tan separados: la arquitectura siempre surge a través de la comunicación, a partir de alguien que le pide a otro que refleje sus ideas en espacios, y ese alguien, por qué no, puede ser un libro.
ResponderEliminarEl hecho de unificarlas en un proyecto arquitectónico no ha sido fácil, y creo que no he sido el único que lo ha pensado. En mi caso, he tenido que relacionar el texto de Borges con la Alcazaba de Málaga: de un lugar cerrado como es una biblioteca, he tenido que pasar a un lugar abierto, el de una fortaleza. Al principio pensé que no acabaría bien, pero entonces fue cuando descubrir que tal espacio no existía, tenía que crearlo yo mismo a través de mi percepción y la de los alumnos de Granada, que me dieron la suya.
Ahora parece que todo está encajando, aunque no me he centrado al cien por cien en el texto, sino que además le he dado un toque particular: la biblioteca ha desaparecido, pero ese espacio infinito persistente a lo largo del tiempo se conserva, al igual que los hexágonos, los cuáles a través de una abstracción pretenden ser los espacios desde los cuáles se observen todo el conocimiento de la humanidad, como ya ideó Borges.
No obstante, debo decir que no sólo de literatura debe vivir el lector: también existen otras artes (cine, teatro,...) que nos permiten evadirnos a espacios lejanos, difíciles de pensar, pero fáciles de hacer.
Finalmente, pienso que este proyecto debe servir como precedente de otros de características similares, que nos obliguen no sólo a trabajar con unos programas, sino también a jugar con las formas, los lugares y las características que deben tener los espacios para que podamos desarrollar en ellos las actividades que deseemos.
Muchas gracias
Francisco José Corbacho Mata
Alumno de la eAM'