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martes, 23 de noviembre de 2010

Leer: riesgo de ¿locura?


"En resolución, él se enfrascó tanto en su lectura, que se le pasaban las noches leyendo de claro en claro, y los días de turbio en turbio; y así, del poco dormir y del mucho leer, se le secó el cerebro de manera que vino a perder el juicio. Llenósele la fantasía de todo aquello que leía en los libros, así de encantamientos como de pendencias, batallas, desafíos, heridas, requiebros, amores, tormentas y disparates imposibles; y asentósele de tal modo en la imaginación que era verdad toda aquella máquina de aquellas soñadas invenciones que leía, que para él no había otra historia más cierta en el mundo." El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, Miguel de Cervantes

2 comentarios:

  1. Esta pequeña parte del Quijote es muy grande!
    Hola a todos, desde Palma de Mallorca, a Granada, mi ciudad, a la que regresaré en breve con muchísimas ganas de todo lo que ella tiene que ofrecer.
    Me encanta este blog!
    Ánimo, es una gran idea :)

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